En América se vive más años que en el resto del mundo

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Las estadidísticas mundiales indican un amento en el promedio de vida de las personas que viven en este lado del continente. Un informe revelador e interesante respecto a los hábitos de vida de cada continente.

Según la Organización Panamericana de la Salud el nivel promedio de vida en el continente americano es de 75 años, mientras que en otros contenientes la línea máxima es de 70.

Esto tendría que ver con el aumento de la ciencia en canto al avance en la detección de  enfermedades prevenibles.

Sin embargo en otras regiones del mundo las personas continúan muriendo a causa de enfermedades completamente predecibles.

Los avances en este sentido  en nuestro continente vienen dándose hace unos 45 años y tiene que ver con la prosperidad de los estudios científicos  en el área de la medicina y la tecnología.

No obstante aun no falta mejorar muchos aspectos en los que la debilidad es mayor que en otras regiones. Uno de los flagelos más duros que atraviesa nuestro continente son las enfermedades de trasmisión sexual. El control de estas se hace cada vez más difícil y sin dudas una de las expectativas sobre las que América debe trabajar en materia de salud es esta cuestión.

Otra cuestión son las enfermedades no trasmisibles como el cáncer, la diabetes, las dolencias cardiovasculares y respiratorias asociadas al tabaquismo. Estas últimas se llevan cuatro de cada cinco muertes anuales en el continente.

Uno de los pendientes más urgentes  a resolver en el continente Americano es la falta de buenos hábitos que generan la insuficiencia cardiaca, el tabaquismo y el consumo del alcohol.

.”Vivimos más años de vida y morimos menos por causas que podemos evitar, pero esa ganancia no ha sido equitativa”, dijo la directora de la OPS, Carissa Etienne, llamando a garantizar las condiciones que determinan una buena salud, como el acceso a agua potable, educación y vivienda digna.

En la 29 Conferencia Sanitaria Panamericana  se presento un informe respecto a la amenaza constante que suponen las enfermedades emergentes que afectan al continente por los reiterados cambios ambientales y los desplazamientos poblacionales.

“En los últimos años, nuestra región ha sufrido brotes de chikunguña, cólera, ébola, fiebre amarilla, zika y otros eventos de salud pública que han sometido a dura prueba nuestra capacidad de preparación y respuesta”, dijo Etienne.

El informe de la OPS, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud también destaca el reto que supone lidiar con el cambio climático y sus repercusiones en la salud física y mental.